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La Verdad del Arco Iris

Espejo celeste de infinito saber insondable
música ardiente de eterno amor olvidado
aroma volátil de vívida alegría fugaz;
ropa terrestre de cálida amistad solitaria
manjar aguado de mansa paciencia amarga
vacío etéreo de liberador perdón veraz.

jueves, 1 de marzo de 2012

¿Qué es la Meditación y para qué sirve?

La presión del mundo moderno provoca preocupaciones que nos mantienen en un estado permanente de intranquilidad y cansancio. Esta presión diaria es mental y, por lo tanto, al final del día nos sentimos agotados físicamente.
La causa de este cansancio es que la mente influye directamente sobre el cuerpo. Por ello, es importante comprender que debemos tener la mente más calmada, lo cual no significa dejar de pensar, sino utilizar nuestra mente para pensar manteniendo la calma. Este es el objetivo de la práctica de la meditación.
La palabra tibetana que denota meditación es GOM y su significado es aprender a usar o controlar la mente mediante el desarrollo de experiencias positivas. El objetivo esencial del meditar no es mantener silencio, sino que la mente se familiarice con el objeto de la meditación, que esté "ahí presente" con él. El meditar implica tener una mente completamente atenta o alerta a lo que pasa a nuestro alrededor en cada minuto de nuestra vida diaria. La meditación se puede practicar en cualquier parte, sea en casa, en un parque o en nuestra actividad diaria.
Tipos de meditación:
¿Cómo nos concentramos o meditamos? En la tradición budista tibetana existen dos tipos o clases de meditación:
-Samatha o calma mental (en tibetano Shine): consiste en concentrarse en un objeto o punto único.
-Vipassana introspección u observación profunda (en tibetano Laghtong): concentrarse en un objeto y analizarlo.
Meditación en la Respiración:
Esta meditación tiene como objetivo controlar los vientos internos, los cuales corresponden a los flujos de información sensorial que se transmiten por todo el cuerpo.Al meditar en la respiración se limpian estos vientos internos, y los hacemos trabajar adecuadamente, así se consigue mejorar la armonía del funcionamiento corporal interno.Los vientos internos son el medio de transporte de la mente, se dice que "los vientos tienen cuerpo pero no ojos y, por el contrario, la mente tiene ojos pero no tiene cuerpo; de este modo, los vientos sin ojos no saben a donde ir y la mente sin cuerpo no puede ir a donde desea. Si mente y vientos van juntos, entre ambos tendrán cuerpo y ojos. Al aprender a controlar los vientos se hará más fácil controlar la mente".

Meditación Shamata: Este tipo de meditación requiere el cumplimiento del camino denominado las nueve etapas de la meditación Shi-né
Meditación Vipassana de la Conciencia Plena. Existen muchos tipos de meditaciones de Conciencia Plena, estas son algunas:

-Meditación en el Cuerpo
-Meditación en los Sentimientos
-Meditación en la Mente
-Meditación en los Fenómenos.

Mediante la comprensión o entendimiento de estos cuatro objetos de meditación adquiriremos más paz. Cada uno de estos objetos nos produce sensaciones encontradas, tanto positivas como negativas. Así, con el cuerpo experimentamos paz y sufrimiento; a través de los sentimientos experimentamos felicidad e infelicidad; por la mente experimentamos exaltación y depresión; finalmente, los fenómenos nos rodean todo el tiempo.Practicando las cuatro meditaciones de la conciencia plena podremos comprender cabalmente las Cuatro Nobles Verdades, que fue la primera enseñanza que impartió Buddha Sidharta.



Meditación Samatha y vipassana

Tradicionalmente entre los muchos tipos de entrenamiento mental budista hay dos prácticas de meditación básicas incluídas en todas las tradiciones budistas:
Samatha --Calma/pacificación de la mente y concentración/enfocar la mente en un punto
Vipassana --Introspección, Visión profunda/observación ecuánime y desapegada.
Estos términos sánscritos son equivalentes a los términos chinos: Chi Guan (Pararse y Ver) o los términos tibetanos: Shine y Laktong.

La práctica de la meditación Samatha trae calma y concentración mental lo que es un requisito para la práctica posterior de la meditación Vipassana. Sería comparable a un estanque de aguas en calma a través del cual puede verse con claridad.
Se trata, de eliminar la excitación mental provocada por los pensamientos y los sentidos mediante la concentración en un punto. Por tanto, la tranquilidad física y mental y apaciguar la mente pensante y caótica es su objetivo.

Además este tipo de meditacion (Samatha) es útil para liberarnos del estrés y de otras alteraciones, y se puede usar para otros propósitos más "terrenales", por ejemplo, obtener claridad y frescura mental para la vida diaria, los negocios, el estudio, deportes, etc...

La práctica de las artes marciales internas y el chikung requiere que la mente entre en un estado de calma y concentración (samatha) para que el entrenamiento sea efectivo y pueda llamarse "interno".

Más adelante y sobre la base firme de la calma y concentración mental (Samatha) se lleva a cabo la meditación analítica u observación profunda y neutral (Viapassana). En la tradición Theravada o corriente Budista más antigua se considera que la práctica del Vipassana es la clave para alcanzar el Nirvana o Liberación del apego al ego. Mediante la observación ecuánime, directa y neutral de la mente, el cuerpo y todos sus procesos uno puede llegar a ver las tres características de la existencia en el mundo fenoménico o manifestado (Samsara):
la falta de existencia independiente o de sustancia de todas las cosas, la impermanencia o transitoriedad de todas las cosas y el sufrimiento de apegarse a ellas

En la meditación Vipassana se puede usar como objeto de observación la respiración, los objetos mentales, las sensaciones o todo a la vez. La mente permanece atenta a su tarea y despierta. pero además de registrar todo de forma clara, permanece totalmente desapegada de cualquier cosa que ocurra en la mente o en el cuerpo. Este "no involucrarse" o ecuanimidad es la clave para ver la realidad tal cual es. El estado de sopor o adormecimiento debe evitarse ya que compromete la claridad. La observación debe ser clara y no se debe juzgar ni identificarse con lo que se percibe.

Un aspecto muy interesante de este tipo de meditación es que con la práctica diaria y correcta muchas personas pueden ver y sentir fisicamente como las impresiones kármicas (impresiones o hábitos mentales causadas por el pensamiento y los actos pasados) se manifiestan y salen a la superficie causando a veces dolor y movimientos o sucesos extraños. El practicante debe permanecer entonces totalmente relajado, neutral y desapegado. De esta forma problemas muy enraizados en el subconsciente pueden salir a la superficie, agotarse y resolverse.. simplemente por la observación directa y desapasionada.

En este sentido la meditación Vipassana no tiene ningún objetivo en absoluto, aparte de permanecer despierto, atento y al mismo tiempo desapegado y ecuánime. Por tanto en ocasiones la práctica puede ser difícil o no tan agradable como algunas personas esperan que sea.

Los siete puntos de la postura Vajra


Tradicionalmente la postura más recomendada es la de los siete puntos, aunque al principio resulta difícil. Lo esencial es hallar la postura más cómoda para cada uno.

1. LAS PIERNAS

Si es posible, siéntate en la postura del loto (las piernas cruzadas y los pies colocados encima de los muslos de la pierna opuesta), o del medio loto (el pie izquierdo debajo de la pierna derecha y el pie derecho encima del muslo izquierdo); también puedes sentarte en una posición sencilla, con las piernas cruzadas y los pies en el suelo. Un cojín duro debajo de las nalgas te ayudará a mantener la espalda recta y permanecer sentado más tiempo sin molestias en los pies y piernas. Y si no puedes sentarte en el suelo en ninguna de estas posturas no te preocupes, lo importante es estar cómodo. Lo puedes hacer en una silla o en una banqueta.

2. LOS BRAZOS

Los hombros y los brazos deben de estar relajados. No tienen que hacer presión contra el cuerpo sino mantenerse unos centímetros separados para permitir la circulación del aire; esto ayuda a prevenir la somnolencia. Las manos en el regazo por debajo del ombligo y con la derecha sobre la izquierda, con las palmas hacia arriba. Las dos manos deben estar lo más rectas posibles con la uña del pulgar derecho tocando la yema del pulgar izquierdo.

3. LA ESPALDA


Es lo más importante. Debe de estar en línea recta, relajada y ligeramente estirada, como si las vértebras fuesen un largo montón de monedas. Tal vez te resulte difícil al principio pero con el tiempo se volverá natural y te darás cuenta de sus beneficios.

4. LOS OJOS


Al principio resulta más fácil concentrarse con los ojos cerrados. Sin embargo, es recomendable dejarlos ligeramente entreabiertos para que pase algo de luz y dirigir la mirada hacia abajo. Esto se hace para evitar el adormilamiento.

5. LA MANDÍBULA

Estará relajada y los dientes ligeramente separados, sin apretar. La boca también tiene que estar totalmente relajada, con los labios tocándose ligeramente.

6. LA LENGUA


La punta debe de tocar el paladar, justo detrás de los dientes superiores. Esto reduce la secreción de saliva y, por tanto, la necesidad de tragarla. Ambas cosas se convierten en grandes obstáculos a la meditación a medida que tu concentración aumenta.

7. LA CABEZA

Si está demasiado levantada puede que tengas problemas de dispersión o agitación mental, si está demasiado inclinada de adormecimiento o pesadez mental. El cuello debe inclinarse un poco hacia abajo para que tu mirada quede dirigida de forma natural hacia el suelo, enfrente de ti.

Aun cuando con solo sentarse en la postura vajra se produce un buen marco de referencia para la mente, esto no es suficiente. El principal trabajo, aquel que es hecho por la mente, ni siquiera ha comenzado. La forma para sacar a un ladrón que se ha metido en una habitación es entrar a la casa y echarlo afuera y no sentarse afuera y gritarle. Si nos sentamos en la sima de una montaña y nuestra mente constantemente está pendiente del pueblo situado en su base, poco logramos.

La concentración tiene dos enemigos, la agitación mental o atareamiento y el entumecimiento mental o letargo.

Por lo general, la agitación surge del deseo; un objeto atractivo aparece en la mente y ésta deja de atender al objeto de meditación siguiendo al otro.

El letargo surge de una apatía sutil que se desarrolla en la mente.

Con el fin de obtener una firme concentración estos dos obstáculos tienen que ser eliminados. Un hombre necesita una vela para poder ver en la oscuridad la pintura que aparece en la pared de una habitación. Si hay una corriente de aire la vela ondeará mucho impidiendo que el hombre vea en forma apropiada y si la vela es muy pequeña, su nombre será muy débil. Cuando la llama de la mente no es obstruida por el viento de la agitación mental y no es debilitada por la pequeñez del letargo, se puede concentrar en forma apropiada sobre la pintura del objeto de meditación.

En los estados iniciales de la práctica de la concentración, la agitación mental es mayor obstáculo que el letargo. La mente continuamente vuela alejándose del objeto de concentración. Esto puede verse al tratar de mantenerse fija en el recuerdo de un rostro. La imagen del rostro es rápidamente reemplazada por alguna otra cosa.

Detener este proceso es difícil, puesto que hemos construido el hábito de sucumbir en él durante un largo período de tiempo y no estamos acostumbrados a concentrarnos. Tomar lo nuevo y dejar atrás lo viejo es siempre difícil. No obstante, puesto que la concentración es fundamental para todas las formas de alta meditación así como para toda alta actividad mental, uno debe hacer el esfuerzo. La agitación es superada principalmente por la fuerza de la atención y el letargo por la aplicación atenta.