Un lugar de refugio, encuentro y diversión para aquel que quiera paz, amor y libertad.


La Verdad del Arco Iris

Espejo celeste de infinito saber insondable
música ardiente de eterno amor olvidado
aroma volátil de vívida alegría fugaz;
ropa terrestre de cálida amistad solitaria
manjar aguado de mansa paciencia amarga
vacío etéreo de liberador perdón veraz.

jueves, 1 de marzo de 2012

¿Qué es la Meditación y para qué sirve?

La presión del mundo moderno provoca preocupaciones que nos mantienen en un estado permanente de intranquilidad y cansancio. Esta presión diaria es mental y, por lo tanto, al final del día nos sentimos agotados físicamente.
La causa de este cansancio es que la mente influye directamente sobre el cuerpo. Por ello, es importante comprender que debemos tener la mente más calmada, lo cual no significa dejar de pensar, sino utilizar nuestra mente para pensar manteniendo la calma. Este es el objetivo de la práctica de la meditación.
La palabra tibetana que denota meditación es GOM y su significado es aprender a usar o controlar la mente mediante el desarrollo de experiencias positivas. El objetivo esencial del meditar no es mantener silencio, sino que la mente se familiarice con el objeto de la meditación, que esté "ahí presente" con él. El meditar implica tener una mente completamente atenta o alerta a lo que pasa a nuestro alrededor en cada minuto de nuestra vida diaria. La meditación se puede practicar en cualquier parte, sea en casa, en un parque o en nuestra actividad diaria.
Tipos de meditación:
¿Cómo nos concentramos o meditamos? En la tradición budista tibetana existen dos tipos o clases de meditación:
-Samatha o calma mental (en tibetano Shine): consiste en concentrarse en un objeto o punto único.
-Vipassana introspección u observación profunda (en tibetano Laghtong): concentrarse en un objeto y analizarlo.
Meditación en la Respiración:
Esta meditación tiene como objetivo controlar los vientos internos, los cuales corresponden a los flujos de información sensorial que se transmiten por todo el cuerpo.Al meditar en la respiración se limpian estos vientos internos, y los hacemos trabajar adecuadamente, así se consigue mejorar la armonía del funcionamiento corporal interno.Los vientos internos son el medio de transporte de la mente, se dice que "los vientos tienen cuerpo pero no ojos y, por el contrario, la mente tiene ojos pero no tiene cuerpo; de este modo, los vientos sin ojos no saben a donde ir y la mente sin cuerpo no puede ir a donde desea. Si mente y vientos van juntos, entre ambos tendrán cuerpo y ojos. Al aprender a controlar los vientos se hará más fácil controlar la mente".

Meditación Shamata: Este tipo de meditación requiere el cumplimiento del camino denominado las nueve etapas de la meditación Shi-né
Meditación Vipassana de la Conciencia Plena. Existen muchos tipos de meditaciones de Conciencia Plena, estas son algunas:

-Meditación en el Cuerpo
-Meditación en los Sentimientos
-Meditación en la Mente
-Meditación en los Fenómenos.

Mediante la comprensión o entendimiento de estos cuatro objetos de meditación adquiriremos más paz. Cada uno de estos objetos nos produce sensaciones encontradas, tanto positivas como negativas. Así, con el cuerpo experimentamos paz y sufrimiento; a través de los sentimientos experimentamos felicidad e infelicidad; por la mente experimentamos exaltación y depresión; finalmente, los fenómenos nos rodean todo el tiempo.Practicando las cuatro meditaciones de la conciencia plena podremos comprender cabalmente las Cuatro Nobles Verdades, que fue la primera enseñanza que impartió Buddha Sidharta.



Meditación Samatha y vipassana

Tradicionalmente entre los muchos tipos de entrenamiento mental budista hay dos prácticas de meditación básicas incluídas en todas las tradiciones budistas:
Samatha --Calma/pacificación de la mente y concentración/enfocar la mente en un punto
Vipassana --Introspección, Visión profunda/observación ecuánime y desapegada.
Estos términos sánscritos son equivalentes a los términos chinos: Chi Guan (Pararse y Ver) o los términos tibetanos: Shine y Laktong.

La práctica de la meditación Samatha trae calma y concentración mental lo que es un requisito para la práctica posterior de la meditación Vipassana. Sería comparable a un estanque de aguas en calma a través del cual puede verse con claridad.
Se trata, de eliminar la excitación mental provocada por los pensamientos y los sentidos mediante la concentración en un punto. Por tanto, la tranquilidad física y mental y apaciguar la mente pensante y caótica es su objetivo.

Además este tipo de meditacion (Samatha) es útil para liberarnos del estrés y de otras alteraciones, y se puede usar para otros propósitos más "terrenales", por ejemplo, obtener claridad y frescura mental para la vida diaria, los negocios, el estudio, deportes, etc...

La práctica de las artes marciales internas y el chikung requiere que la mente entre en un estado de calma y concentración (samatha) para que el entrenamiento sea efectivo y pueda llamarse "interno".

Más adelante y sobre la base firme de la calma y concentración mental (Samatha) se lleva a cabo la meditación analítica u observación profunda y neutral (Viapassana). En la tradición Theravada o corriente Budista más antigua se considera que la práctica del Vipassana es la clave para alcanzar el Nirvana o Liberación del apego al ego. Mediante la observación ecuánime, directa y neutral de la mente, el cuerpo y todos sus procesos uno puede llegar a ver las tres características de la existencia en el mundo fenoménico o manifestado (Samsara):
la falta de existencia independiente o de sustancia de todas las cosas, la impermanencia o transitoriedad de todas las cosas y el sufrimiento de apegarse a ellas

En la meditación Vipassana se puede usar como objeto de observación la respiración, los objetos mentales, las sensaciones o todo a la vez. La mente permanece atenta a su tarea y despierta. pero además de registrar todo de forma clara, permanece totalmente desapegada de cualquier cosa que ocurra en la mente o en el cuerpo. Este "no involucrarse" o ecuanimidad es la clave para ver la realidad tal cual es. El estado de sopor o adormecimiento debe evitarse ya que compromete la claridad. La observación debe ser clara y no se debe juzgar ni identificarse con lo que se percibe.

Un aspecto muy interesante de este tipo de meditación es que con la práctica diaria y correcta muchas personas pueden ver y sentir fisicamente como las impresiones kármicas (impresiones o hábitos mentales causadas por el pensamiento y los actos pasados) se manifiestan y salen a la superficie causando a veces dolor y movimientos o sucesos extraños. El practicante debe permanecer entonces totalmente relajado, neutral y desapegado. De esta forma problemas muy enraizados en el subconsciente pueden salir a la superficie, agotarse y resolverse.. simplemente por la observación directa y desapasionada.

En este sentido la meditación Vipassana no tiene ningún objetivo en absoluto, aparte de permanecer despierto, atento y al mismo tiempo desapegado y ecuánime. Por tanto en ocasiones la práctica puede ser difícil o no tan agradable como algunas personas esperan que sea.

Los siete puntos de la postura Vajra


Tradicionalmente la postura más recomendada es la de los siete puntos, aunque al principio resulta difícil. Lo esencial es hallar la postura más cómoda para cada uno.

1. LAS PIERNAS

Si es posible, siéntate en la postura del loto (las piernas cruzadas y los pies colocados encima de los muslos de la pierna opuesta), o del medio loto (el pie izquierdo debajo de la pierna derecha y el pie derecho encima del muslo izquierdo); también puedes sentarte en una posición sencilla, con las piernas cruzadas y los pies en el suelo. Un cojín duro debajo de las nalgas te ayudará a mantener la espalda recta y permanecer sentado más tiempo sin molestias en los pies y piernas. Y si no puedes sentarte en el suelo en ninguna de estas posturas no te preocupes, lo importante es estar cómodo. Lo puedes hacer en una silla o en una banqueta.

2. LOS BRAZOS

Los hombros y los brazos deben de estar relajados. No tienen que hacer presión contra el cuerpo sino mantenerse unos centímetros separados para permitir la circulación del aire; esto ayuda a prevenir la somnolencia. Las manos en el regazo por debajo del ombligo y con la derecha sobre la izquierda, con las palmas hacia arriba. Las dos manos deben estar lo más rectas posibles con la uña del pulgar derecho tocando la yema del pulgar izquierdo.

3. LA ESPALDA


Es lo más importante. Debe de estar en línea recta, relajada y ligeramente estirada, como si las vértebras fuesen un largo montón de monedas. Tal vez te resulte difícil al principio pero con el tiempo se volverá natural y te darás cuenta de sus beneficios.

4. LOS OJOS


Al principio resulta más fácil concentrarse con los ojos cerrados. Sin embargo, es recomendable dejarlos ligeramente entreabiertos para que pase algo de luz y dirigir la mirada hacia abajo. Esto se hace para evitar el adormilamiento.

5. LA MANDÍBULA

Estará relajada y los dientes ligeramente separados, sin apretar. La boca también tiene que estar totalmente relajada, con los labios tocándose ligeramente.

6. LA LENGUA


La punta debe de tocar el paladar, justo detrás de los dientes superiores. Esto reduce la secreción de saliva y, por tanto, la necesidad de tragarla. Ambas cosas se convierten en grandes obstáculos a la meditación a medida que tu concentración aumenta.

7. LA CABEZA

Si está demasiado levantada puede que tengas problemas de dispersión o agitación mental, si está demasiado inclinada de adormecimiento o pesadez mental. El cuello debe inclinarse un poco hacia abajo para que tu mirada quede dirigida de forma natural hacia el suelo, enfrente de ti.

Aun cuando con solo sentarse en la postura vajra se produce un buen marco de referencia para la mente, esto no es suficiente. El principal trabajo, aquel que es hecho por la mente, ni siquiera ha comenzado. La forma para sacar a un ladrón que se ha metido en una habitación es entrar a la casa y echarlo afuera y no sentarse afuera y gritarle. Si nos sentamos en la sima de una montaña y nuestra mente constantemente está pendiente del pueblo situado en su base, poco logramos.

La concentración tiene dos enemigos, la agitación mental o atareamiento y el entumecimiento mental o letargo.

Por lo general, la agitación surge del deseo; un objeto atractivo aparece en la mente y ésta deja de atender al objeto de meditación siguiendo al otro.

El letargo surge de una apatía sutil que se desarrolla en la mente.

Con el fin de obtener una firme concentración estos dos obstáculos tienen que ser eliminados. Un hombre necesita una vela para poder ver en la oscuridad la pintura que aparece en la pared de una habitación. Si hay una corriente de aire la vela ondeará mucho impidiendo que el hombre vea en forma apropiada y si la vela es muy pequeña, su nombre será muy débil. Cuando la llama de la mente no es obstruida por el viento de la agitación mental y no es debilitada por la pequeñez del letargo, se puede concentrar en forma apropiada sobre la pintura del objeto de meditación.

En los estados iniciales de la práctica de la concentración, la agitación mental es mayor obstáculo que el letargo. La mente continuamente vuela alejándose del objeto de concentración. Esto puede verse al tratar de mantenerse fija en el recuerdo de un rostro. La imagen del rostro es rápidamente reemplazada por alguna otra cosa.

Detener este proceso es difícil, puesto que hemos construido el hábito de sucumbir en él durante un largo período de tiempo y no estamos acostumbrados a concentrarnos. Tomar lo nuevo y dejar atrás lo viejo es siempre difícil. No obstante, puesto que la concentración es fundamental para todas las formas de alta meditación así como para toda alta actividad mental, uno debe hacer el esfuerzo. La agitación es superada principalmente por la fuerza de la atención y el letargo por la aplicación atenta.

jueves, 23 de febrero de 2012

El Prajna-paramita, el sutra de la perfecta sabiduría

Aryavalokiteshvara Bodhisattva Gambhiram Prajna-paramita Caryam Caramano
Vyavalokiti Sma Panca-skanda Asatta Sca Svabhava Sunyam Pasyati Sma
Iha Sariputra, Rupam Sunyam, Sunyata Iva Rupam


Rupa Na Vrtta Sunyata, Sunyataya Na Vrtta Sa-rupam
Yad Rupam Sa-sunyata, Yad Sunyata Sa-rupam
Evam Eva Vedana Samjna Sam-skara Vijnanam

Iha Sariputra Sarva Dharma Sunyata-laksana
Anutpanna Aniruddha Amala A-vimala, Anuna A-paripurna

Tasmat Sariputra Sunyatayam Ma Rupam
Na Vedana, Na Samjna Na Sam-skara, Na Vijnanam

Na Caksu Srotra Ghrana Jihva Kaya Manasa
Na Rupam Sabda Ghandha Rasa Sparstavya Dharma

Na Caksur-dhatu, Yavat Na Manovijnanam-dhatu
Na Avidya Na Avidya Ksayo
Yavat Na Jara-maranam Na Jara-marana Ksayo
Na Duhkha, Samudaya, Mirodha, Marga

Na Jnana, Na Prapti, Na Abhi-samaya
Tasmat Na Prapti Tva Bodhisattvanam
Prajna-paramitam A-sritya Vi-haratya Citta Avarana
Citta Avarana Na Sthitva Na Trasto
Vi-paryasa Ati-kranta Nistha Nirvanam

Try-adhva Vyavasthita Sarva Buddha Prajna-paramita
A-sritya Annutara-samyak-sambodhim, Abhi-sambuddha

Tasmat Jnatavyam Prajna-paramita Maha-mantra
Maha-vidya Mantra, Anuttara Mantra Asama-samati Mantra

Sarva Duhkha Pra-samana Satyam Amithyatva
Prajna-paramita Mukha Mantra Tadyatha
Gate Gate, Para-gate Para-samgate Bodhi Svaha



Traducción

¡Rindamos homenaje a la Perfección de la Sabiduría,
la Adorable, la Sagrada!
Avalokita, el Sagrado Señor y Bodhisattva,
se internó en el profundo curso de la Sabiduría
que todo lo trasciende.
Mirando hacia abajo, desde lo alto,
sólo contempló cinco agregados,
y vio que, en sí mismos,
estaban vacíos. 
Aquí, ¡Oh! Sariputta, la forma es vacío
y el vacío mismo es forma;
el vacío no se diferencia de la forma,
la forma no se diferencia del vacío;
todo lo que es forma, es vacío;
todo lo que es vacío, es forma;
lo mismo es aplicable a los sentimientos,
a las percepciones, a los impulsos y a la consciencia.
Aquí, ¡Oh! Sariputta,
todos los dharmas se caracterizan por el vacío;
ni son producidos, ni detenidos,
ni están mancillados, ni son inmaculados,
ni son deficientes, ni completos.
Por lo tanto, ¡Oh! Sariputta,
en el vacío no hay forma,
ni sensación, ni percepción,
ni impulso, ni consciencia;
ni ojo, ni oído, ni nariz, ni lengua, ni cuerpo, ni mente;
ni formas, ni sonidos, ni olores, ni sabores, ni cosas tangibles, ni objetos de la mente,
ni elementos del órgano visual,
y así sucesivamente
hasta que llegamos
a la ausencia de todo elemento de consciencia mental.
No hay ignorancia, ni extinción de la ignorancia,
y así sucesivamente,
hasta que llegamos a la no existencia de decadencia ni muerte,
ni extinción de la decadencia ni de la muerte.
No hay sufrimiento, ni origen, ni cesación, ni camino;
no hay cognición, ni logro, ni no-logro.
Por lo tanto, ¡Oh! Sariputta,
el Bodhisattva,
a causa de su estado de no persecución de logros,
y habiéndose confiado a la perfección de la sabiduría,
vive sin pensamientos que lo envuelvan.
Al no estar envuelto en pensamientos,
nada le hace temblar,
y superando toda preocupación,
alcanza al fin el Nirvana.
Todos los que aparecen como Budas
en los tres períodos del tiempo,
despiertan por completo a la excelsa,
verdadera y perfecta Iluminación
porque se han confiado a la perfección de la Sabiduría.
Por lo tanto, uno debería reconocer al prajnaparamita como el gran sortilegio,
la quintaesencia de la gran Sabiduría,
el sortilegio supremo, el sortilegio inigualable
que alivia todo sufrimiento, en verdad—
porque ¿qué podría ir mal?
Este sortilegio procede del prajnaparamita
y dice así:
Se fue, se fue, se fue más allá;
se fue, trascendiéndolo por completo.

Gate, Gate, Paragate, Parasamgate,
Bodi Suaja

¡Oh! ¡qué despertar! ¡Aleluya!

Las nueve etapas de la meditación Shi-né



En el diagrama que representa el desarrollo del shi-ne, hay un elefante que simboliza la mente del meditador. Una vez que el elefante es domado, nunca vuelve a desobedecer a su maestro volviéndose útil para desarrollar numerosos trabajos. Lo mismo se aplica a la mente. Más aún, un elefante salvaje y sin domar es peligroso causando a menudo una terrible destrucción. De la misma manera, una mente que no ha sido entrenada puede causar cualquiera de los sufrimientos de los seis reinos.

En la base del diagrama superior, el desarrollo de la concentración del elefante es totalmente negro. Esto se debe a que en la etapa inicial de desarrollo del shi-né el letargo mental permea la mente. En frente al elefante hay un mico que representa la agitación mental. El mico no puede quedarse quieto ni siquiera un momento y siempre está charlando y con alguien, siendo atraído por cualquier cosa.

El mico conduce al elefante. En este estado de la práctica la agitación mental guía a la mente hacia todos lados.

Detrás del elefante sigue el meditador, quien trata de obtener control de la mente. En una de sus manos sostiene un lazo simbolizando la atención y en la otra un garfio simbolizando el estado de alerta. En este estado el meditador no tiene control sobre su mente. El elefante sigue al mico sin prestar la más mínima atención al meditador.

En la segunda etapa el meditador ha casi alcanzado al elefante.

En la tercera etapa el meditador lanza el lazo sobre el cuello del elefante. El elefante mira hacia atrás, simbolizando que aquí la mente está un poco controlada por el poder de la atención. En esta etapa un conejo aparece sobre el lomo del elefante. Este es el conejo del letargo mental sutil, el cual antes era muy sutil como para ser reconocido pero que ahora es obvio para el meditador.

En estas etapas tempranas tenemos que aplicar la fuerza de la atención más que la fuerza de la aplicación atenta puesto que la agitación tiene que ser eliminada, antes de poderse eliminar el letargo.

En la cuarta etapa el elefante está bastante más obediente. Muy raramente tiene que recibir el lazo de la atención.

En la quinta etapa el mico va detrás del elefante quien en forma sumisa sigue el lazo y el garfio del meditador. La agitación mental no perturbará más la mente en forma pesada.

En la sexta etapa, tanto el elefante como el mico siguen mansamente al meditador.

Ahora el meditador no necesita ni siquiera voltearse para mirarles. El ya no tiene más que enfocar la atención para poder controlar la mente. El conejo ha desaparecido.

En la séptima etapa se deja que el elefante siga a su propia voluntad. El meditador ya no necesita darle ni el lazo de la atención ni el garfio de la aplicación atenta. El mico de la agitación ha desaparecido completamente de la escena. La agitación y el letargo nunca más se presentarán en forma burda e incluso, solo ocasionalmente, en forma sutil.

En la etapa octava el elefante se ha vuelto completamente blanco. El sigue detrás del hombre puesto que ahora la mente es completamente obediente. Sin embargo, un poco de energía es todavía requerida para poder mantener la concentración.

En la novena etapa el meditador se sienta en meditación y el elefante se duerme a sus pies. La mente ahora puede permanecer concentrada sin ningún esfuerzo por períodos largos de tiempo, incluso días, semanas o meses.

Estas son las nueve etapas del desarrollo de shiné. La décima etapa es el logro del shi-né real representado por el meditador montando calmadamente sobre el lomo del elefante.

Más allá de ésta, hay una undécima etapa, en la cual el meditador es dibujado como montando sobre el elefante quien ahora camina en otra dirección. El meditador sostiene una espada flameante. Ha entrado ahora en un nuevo tipo de meditación denominada vipasyana, o la más alta interiorización (en Tibetano: Lhag-mthong). Esta meditación se simboliza por la espada flameante, el afilado y penetrante implemento que corta hacia la realización de la vacuidad.

En varios sitios de este diagrama aparece un fuego. Este fuego representa el esfuerzo requerido para la práctica del shi-né. Cada vez que este fuego aparece es menor que el anterior y eventualmente desaparece. En cada etapa sucesiva de desarrollo menos energía se requiere para mantener la concentración y eventualmente no se necesita ningún esfuerzo.

El fuego reaparece en la etapa undécima, cuando el meditador ha tomado la meditación en el vacío.

También en el diagrama aparecen las imágenes de comida, vestido, instrumentos musicales, perfumes y un espejo. Ellos simbolizan las cinco fuentes de agitación mental como son los cinco objetos sensuales: aquellos del gusto, el tacto, el sonido, el olor y la vista respectivamente.

La mayoría de las personas toman como su objeto de concentración para desarrollar el shi-né la imagen mental de la forma de un Buda. Primero, uno debe familiarizarse ampliamente con el objeto sobre el cual va a enfocarse. Esto se hace sentándose enfrente a la estatua o al dibujo escogido y observándolo durante unas pocas sesiones. Luego se ensaya sentándose en meditación y manteniendo en la mente la imagen de la forma sin la ayuda de la estatua o el dibujo. Al comienzo la visualización que se haga de este no va a ser muy clara, ni tampoco podrá uno mantenerla, por más de unos pocos segundos. Sin embargo, traten de mantener la imagen en forma clara y por el mayor tiempo que les sea posible. Así persistiendo, pronto podrán mantener la imagen por un minuto, luego por dos minutos y así sucesivamente. Cada vez que la mente abandone el objeto apliquen la atención y tráiganla de nuevo. Mientras tanto, mantengan una aplicación atenta continua para ver si surgen perturbaciones que no habían notado.

Tal como un hombre que carga un recipiente lleno de agua, descendiendo por un camino sinuoso, tiene que mantener una parte de su mente en el agua y otra en el camino, en la práctica del shi-né, una parte de la mente tiene que aplicar la atención para mantener una concentración firme y otra parte tiene que utilizar la aplicación atenta para hacer guardia en contra de las perturbaciones. Más tarde, cuando la agitación mental se haya disminuido un poco, la atención no tendrá que ser aplicada tan a menudo. No obstante, la mente entonces se fatiga al haber estado peleando por tan largo tiempo contra la agitación y consecuentemente el letargo hace su aparición.

Con el tiempo, vendrá una etapa en la cual el meditador sentirá un tremendo gozo y paz. Esto es tan solo letargo, en extremo sutil, pero a menudo se le confunde con el verdadero shi-né.

Con persistencia, esto también desaparecerá. Gradualmente la mente se volverá más clara y fresca y la duración de cada sesión de meditación aumentará correspondientemente. En este punto el cuerpo podrá ser por completo sostenido por la mente. Uno deja de desear comida o bebida. El meditador puede ahora meditar por meses, sin ningún descanso. Eventualmente alcanzará la etapa novena del shi-né en la cual, según dicen las escrituras, el meditador no podrá ser perturbado ni siquiera si una pared se cayera detrás suyo. El continuará meditando y sentirá un placer físico y mental más allá de cualquier descripción, el cual está representado en el diagrama por un hombre volando. Aquí su cuerpo se suaviza inagotable y sorprendentemente. Su mente, en profunda paz, puede ser dirigida a cualquier objeto de meditación, justo como un delgado alambre de cobre puede doblarse hacia cualquier dirección sin que este se rompa. La décima etapa del shi-né - o el verdadero shi-né- es obtenida.

Cuando él medita es como que la mente y el objeto de meditación se vuelvan uno.
Ahora el meditador puede mirar profundamente en la naturaleza de su objeto de meditación mientras que mantiene todos los detalles del objeto en su mente. Esto le produce un gozo extraordinario.

Aquí, mirar en la naturaleza de su objeto de meditación, significa que él lo examina para ver si es o no puro, si es o no permanente, cuál es su verdad última, etc. Esta es la meditación conocida como vipasyana, o intuición profunda. A través de ésta, la mente obtiene una percepción más profunda del objeto, que la obtenida con la sola concentración.

El solo hecho de tener shi-né produce una tremenda satisfacción espiritual; pero no continuar, para todavía obtener mejores cosas, es como haber construido un aeroplano y luego nunca volarlo. Una vez que se obtiene la concentración, la mente debe ser aplicada a prácticas más altas. Por un lado, debe ser aplicada para superar el karma y la distorsión mental y por el otro, para cultivar las cualidades de un Buda. Con el fin de obtener estos objetivos, el objeto de meditación tomado debe ser vacío él mismo. Las otras formas de meditación se utilizan solo para preparar la mente para aproximarse a la vacuidad. Si usted tiene una antorcha con la capacidad de iluminar todas las cosas debe utilizarla para encontrar algo importante. La antorcha del shi-né debe ser dirigida a la realización de la vacuidad porque es solo la experiencia directa de la vacuidad la que saca las raíces del sufrimiento.

En la undécima etapa del diagrama dos líneas negras salen del corazón del meditador. Una de estas representa klesavarana, los oscurecimientos del karma y las distorsiones mentales. La otra representa a jneyavarana, el oscurecimiento de los instintos de la distorsión mental. El meditador sostiene la espada de la sabiduría de la meditación vipasyana con la cual él planea separar estas dos líneas.

Una vez que el practicante ha comprendido de cerca la vacuidad, estará en el camino de la perfección de la sabiduría. Prajna-paramita, el último objetivo del desarrollo de la concentración.